viernes, 27 de agosto de 2010

Odio todo lo frio, necesito el calor ( su calor ).

Todos decimos en estos días ( al menos en lima ) Que frió!!!, y es que este frió castigador ingreso a nuestros hogares sin previo aviso, sin cordura, y al pareces sin la menor intención de irse, dígame usted, como lo botaría a este indeseado amigo?.

Esto es lo que a mi me molesta, me fastidia, y en muchos casos me pone triste, no soy una persona hecha para el frió de lima y ningún otro clima friolento que congele mis piernas, que es al decir verdad, no es tanto, como en otros lugares, que confesando, para nada los envidio, mas bien los comparezco, me dan pena que estén metiditos en sus casitas, con todo su buena tecnología, con toda su calefacción, pero que igual, no puedan salir de sus casas, por que el inocuo frió climático.

Eso lo que me paso cuando viaje a la ciudad de  huaraz, pensé, que la iba a pasar bien, pues no hay mejor caso de un soltero vagabundo, estar solo en un lugar donde lo reciben bien, que ni  bien lo ven, lo saludan con respeto único, como:  "Buenas días señor Ingeniero", o "Como estuvo el almuerzo señor ingeniero", y tonterías así, o sino, cuando ves a las chicas de la empresa donde fui a trabajar, que te miran con ojos de lujuria, mostrando en su cara, el deseo de comerse a un joven-limeñito-solterito-perdido por los andes de nuestra patria.
Estaba muy bien, Trabajo, chicas, soltero, pero el frió impertinente se cruzo por el camino, por que fue en mi camino, si tenia ganas de hacer diabluras. Nunca me gusto el frió, ni mucho menos de otro lugar al que no sea de mi habitad, estando en Huaraz, no me aclimate, estaba perdido, triste, deseando volver a Lima, dudando se cumplir todos mis planes, programados, con el único propósito de terminar el trabajo asignado, que me firmen mis documentos , y tomar el mismo carro que salia por la noche.



Pero si por la mañana-tarde dudaba de regresarme Lima ese mismo dia, todo eso se confirmo por las noche, cuando derrepente vi a corta distancia, unos monstruos, se los juro, unos monstruos voladores, de color negro, y al pareces, saliendo de los cerros que rodean la ciudad, necesitados de asustar a toda la persona no nacida de la ciudad, para mandarlos de nuevo a su origen, a que no estén en la ciudad. esos monstruos eran unas enormes nubes, tan negras, que daban miedo verlas de frente, que daba miedo levantar la vista, daban miedo seguir estando en aquella ciudad poco ( casi nada ) cálida.

Por eso no soy hecho para el frió.

En cambio, en Lima, cuando sale el sol por las mañanas, Nace otra persona, así como superman se cambia para ser un héroe, yo me cambio de pensamientos, todos positivos, todos alegres, que hacen de mi otra persona, una persona mas querendona, con ansias de estar en el negocio, de mi vivir, de colocar mi toldo color naranja, que cuidadosamente escogí su color, ver el reflejo del sol sobre el, causando un efecto confortable, cálido, infinitamente vivo, sentarme, en el medio de la tienda, al costado de la tienda, afuera de la tienda, ver a las personas pasar, ver a la ponciana que sembré, crecer, dar sombra, salir sus hojas verdes, crecientes, vivas, frondosas, naturales, escuchando una música regué en el fondo, música que sale de la radio que me obsequio mi hermano mayor y  sintiéndome tranquilo, sintiéndome en paz.



Derrepente es ese calor que busco, cosa que lo encuentro, es cuando hago los  viajes inagotables a cañete, a su calor, al calor de ella, al calor de su hogar.
Pues , es algo que recién descubrí, que es el calor hogareño, el calor de estar reunidos todos, contando todo, reírnos todos, sin parar, es algo que al que esta acostumbrado a la comodidad de la soledad es tan gratificante, que da ganas de volver a aquel lugar.

Soy una persona que le gusta el calor y la calidez.

Continuara...